La planta araña es una planta muy común incluso en el apartamento, ya que es fácil de cultivar, conocida sobre todo por sus hojas largas y puntiagudas.
Uno de los problemas más comunes es cuando las puntas de sus hojas comienzan a secarse y como resultado se vuelven marrones . Esto puede suceder por varias razones .
Veamos cuáles son y cómo solucionarlos.
- Estrés: si acaba de comprar una planta araña o ha cambiado drásticamente el entorno en el que se encuentra la planta, podría verse afectada. En estos casos es un proceso natural, tras unos días de adaptación la planta se curará sola.
- Agua: cuando se trata de darle agua a tu planta araña, encontrar el equilibrio adecuado es clave. Demasiada o muy poca agua puede socavar su salud. Por eso es importante elegir una tierra drenante, y regar solo cuando notes que la tierra está completamente seca.
- Fluoruro: este es un componente que se encuentra muy a menudo en el agua del grifo y que no es adecuado para la planta araña. Por esta razón, cuando riegue, prefiera el agua destilada.
- Temperatura: la planta araña es una planta que se adapta muy fácilmente a los interiores y su temperatura ideal está entre los 20-30 grados. Cuando suben las temperaturas, como en verano, las hojas de la planta araña comienzan a secarse. En estos casos, mueva la planta a un área brillante pero fuera de la luz solar directa. Además, rocíe las hojas regularmente con agua para mantenerlas hidratadas.
- Fertilizantes: Los fertilizantes son beneficiosos para las plantas, ya que proporcionan nutrientes esenciales. En el caso de la planta araña, sin embargo, no se necesitan dosis altas: prefiera fertilizantes orgánicos y naturales, que se suministrarán una vez cada 3 meses.
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