Los geranios , como se sabe , son plantas que también viven bien al aire libre. Por eso suelen estar presentes en balcones y terrazas.

Sin embargo, también es una planta bastante delicada que puede dañarse si se expone a los elementos .

Así que veamos qué hacer en estos casos.

  1. Podredumbre: El principal efecto de la lluvia en los geranios es que sus raíces se pudren. Para identificar este problema, vigile las flores y las hojas: si están caídas, amarillentas o se caen gradualmente.
  2. Parásitos: algunos parásitos que afectan a esta planta proliferan en ambientes húmedos, por ello procura que el terreno no esté excesivamente húmedo.
  3. Prevención: si sabes que se avecina mal tiempo, traslada los geranios a un lugar más resguardado (siempre que no haya una diferencia de temperatura excesiva entre un lugar y otro). También puedes cubrirlos con sábanas especiales para evitar que el mal tiempo los estropee.
  4. Geranio arruinado: si por el contrario la lluvia ya ha causado daños a tus geranios, existen una serie de operaciones que pueden ayudar a recuperarlo. Arranca las raíces y corta las que ya estén podridas, aplica un fungicida natural para protegerlas, déjalas secar al aire y vuelve a plantar en una maceta con tierra que drene bien.